En la última charla sobre JAK, surgió la duda de si los menores de edad se podían hacer socios de la asociación. En los estatutos no lo hemos contemplado y, algunos de nosotros, no habíamos pensado en algo tan inocente como fundamental.
La persona que nos lo preguntó hizo hincapié en que ese niño el día de mañana pueda decir "yo colaboré desde el principio en esta entidad, que ahora es nuestra y es así de grande". Nos llena de motivación que alguien pueda llegar a pensar eso; por llegar a ser grandes y echar la vista atrás hasta los humildes y duros comienzos y por el sentimiento de que una entidad de este tipo pueda pertenecer a las personas y que se puedan sentir orgullosas de que así sea.
Pero sobretodo... ¡los niños y una filosofía de banca justa!. Si a un niño le cuentas cómo funciona un banco como JAK y un banco normal, seguramente comprendan mejor como funciona JAK (de hecho, habría que encontrar a alguien que fuera capaz de explicar de manera clara como funciona un banco normal; hacia dónde van los flujos de dinero y dónde se quedan y los porqués de muchas cosas...)
Cómo en otros tantos ámbitos, está en nuestra mano transmitir a las generaciones posteriores la verdadera utilidad de un banco que pueda pertenecer a las personas, y cómo un sistema basado en el préstamo y ahorro puede ayudar a los que más lo necesitan sin aprovecharse de esa necesidad.
Nos llena de ilusión poder compartir nuestro proyecto con los más pequeños, ¡en sus manos está su continuidad!