El Mercado Social de Madrid se está convirtiendo en una cita fija dentro
del ámbito de la economía social y estamos orgullosos de poder
colaborar para que así sea. Desde nuestra anterior participación, en
2014, ha crecido y está mejor organizado, hay mucha más oferta de
entidades y se llega a más gente. Por nuestra parte, también hemos evolucionado mucho en estos tres años,
en aquel momento teníamos una alto componente de ideas aún no
materializadas, pero, unos meses después de aquella feria, la asociación
empezó a crecer en número de socios y empezamos a avanzar con pasos más
sencillos y concretos. Actualmente, hemos acudido a la feria, con una cantidad estable de personas socias, con ahorradores que confían en el proyecto y aprovechando esta celebración, se ha abierto la posibilidad de solicitar ayudas reintegrables sin intereses (ARESI).
Personalmente
pienso que este tipo de encuentros conlleva un gasto económico y
desgaste personal elevado para las entidades pequeñas como la nuestra,
quizá esto justifique que hayamos estado dos ediciones sin participar,
pero nuestra presencia en ellos nos sitúa dentro del ámbito al que deseamos pertenecer y con el que coincidimos en valores, por lo que supone una excelente manera de seguir creciendo y tejiendo lazos con otras entidades afines.
Participé
en nuestro stand el domingo 24, el sábado estuvo mi compañero Andrés, y
Carlos lo hizo ambos días compartiendo esta tarea con el stand de la
organización para la que trabaja. Incombustibles, siempre le echamos ganas, y siempre que tenemos un evento de este tipo, lo damos todo.
El
sábado por la tarde hablé por teléfono con Andrés y le pregunté si
hacía falta llevar algo de última hora para el día siguiente. Parecía
que todo estaba bien, aunque se le notaba preocupado porque « ¡los de
Oikocredit nos ganan en número de personas apuntadas!», bromas aparte,
estuvo muy bien compartir el stand con ellos y nuestra relación
fructificó durante el encuentro, nos echamos una mano en la difusión de
ambas entidades y aunque tengamos realidades y situaciones muy
distintas, basadas en la diferencia entre partir con un nombre o hacerse
un nombre, formamos un tándem muy efectivo. Sinceramente, creo que poco a poco estamos ocupando nuestro hueco en el mundo de las finanzas alternativas y solidarias, así me lo demostraron varias de las personas que se acercaron por allí y quedó patente con nuestra participación en una charla instructiva sobre mecanismos de economía junto con el resto de entidades que conforman las alternativas de las finanzas éticas, lo que fue todo un placer.
Cuando
uno participa como expositor de una feria de este tipo, desea estar del
otro lado; pasear tranquilamente entre los puestos y conocer lo que
allí se expone, de hecho hay cierta envidia hacia aquellas personas que
lo visitan y dedican un par de horas para conocer cada una de las
iniciativas, que son muchas y muy interesantes. Pero, de este lado, uno
se concentra en hacer llegar el mensaje de «lo suyo» y dar a conocer su
proyecto a cuantas más personas, mejor. Pasaron por allí alguna de las
personas socias del proyecto con las que compartimos vivencias y
recordamos los orígenes del mismo, también pasó gente que preguntaba si
nuestro proyecto le garantizaba un beneficio económico a sus ahorros, a
estos últimos los respondimos con un sincero «no, no hay un beneficio
económico para los ahorradores ya que no hay un prejuicio económico para
los beneficiarios de las ayudas» y a continuación les hablamos de
los otros beneficios, aquellos que poco a poco calan en esta sociedad
comprometida; beneficio social, ético y compartido.
En mi experiencia personal, me sentí mucho más seguro pudiendo ofrecer a los interesados una capacidad operativa completa que tres años atrás solo estaba en nuestra mente, y creo que tuvo una muy buena aceptación, en general. Muestra de ello es que surgió de la feria una charla en la que participaremos próximamente sobre innovación en la financiación del autoempleo,
también se apuntaron nuevas personas ara estar enterados de las últimas
novedades del proyecto y nos relacionamos con posibilidades de
colaboración con varias entidades interesadas en nuestra filosofía. En
general, nos damos por satisfechos y consideramos como bien empleado el
esfuerzo realizado.
Así que, a última
hora del domingo, después de ultimar mis compras y ayudar a desmontar
seis stands antes de irme, con cansancio, pero prácticamente recuperado
del constipado (¡la economía social te cura!), se cerró otra Feria para
nosotros, ¡nos vemos en otra!